GLP: el origen de un combustible alternativo

El Gas Licuado de Petróleo (GLP) es un combustible alternativo que, en condiciones normales de temperatura y presión, se encuentra en estado gaseoso. Generalmente, se almacena en estado líquido sometiéndolo a presiones moderadas o disminuyendo su temperatura.

El GLP, también conocido como autogás, procede de dos fuentes. El 60% de su producción deriva de la extracción del petróleo y el gas natural de la tierra. El 40% resulta del refinado del petróleo crudo procedente de los pozos petrolíferos. Antes de que al autogás se le diese un uso comercial, se destruía por considerar que era un producto inservible, desaprovechando su poderoso potencial como fuente de energía.

Origen del GLP

El origen del GLP es relativamente reciente. En los primeros años del siglo XX, Walter Snelling fue contratado por la Ford Motor Company para detectar el motivo por el que la gasolina se evaporaba con gran facilidad en el Modelo T de Ford. En 1911, el químico norteamericano demostró que la volatilización se producía por el propano y el butano presentes en ella. Por ello, desarrolló la forma de separar los gases de la gasolina. Mediante este proceso, dichos gases podían licuarse a presiones razonables y evaporarse de nuevo al reducirse la presión. De este hallazgo surgió el Gas Licuado de Petróleo (GLP). Un combustible con la consistencia de un líquido y las utilidades propias de un gas.

En 1932 se aprobó la primera norma NAFPA (National Fire Protection Association) relativa al GLP. A mediados de esta década, fue introducido a Francia gracias a una gran compañía petrolera. En 1938, una empresa de distribución de gas construyó una planta de embotellado en Italia, sin embargo, la guerra suspendió estas iniciativas.

Tras la Segunda Guerra Mundial el sector fue creciendo a medida que lo hacían las refinerías. En los primeros años de los cincuenta, varias empresas fabricaban botellas para almacenar el GLP. Así fue como comenzó a comercializarse en Europa para uso doméstico. En este tiempo se produjeron las primeras distribuciones regionales a gran escala del GLP y, a partir de ese momento, su uso comenzó a despegar.

En cuanto al uso del autogás (GLP) en la automoción, Europa fue el continente más avanzado. En 1940 empezó a utilizarse como carburante ecológico siendo Italia el principal consumidor, al que le siguen otros países como Alemania y Holanda. Las ventas del GLP en Europa pasaron de 300.000 toneladas en 1950 a 3 millones de toneladas en 1960.

La crisis del petróleo en 1973, demostró que la exportación de este combustible alternativo podía generar grandes beneficios económicos, por lo que la industria del petróleo comenzó a construir plantas de recuperación de líquidos.

La capacidad de producción se expandió en la década de 1975 a 1985 en Oriente Medio. Además, nacieron nuevos productores como Australia, Venezuela, Argelia, Indonesia y Mar del Norte. El mercado del GLP se hizo global durante esta etapa y su uso se generalizó en todo el mundo.

El GLP en los automóviles españoles

En España, el Ministerio de Hacienda concedió un cupo de GLP exclusivo para los taxistas de la Agrupación Nacional de Empresarios del Taxi a través de un Decreto de 1960 que duró hasta 2003.

El Servicio Comercial y de Gestión de la Agrupación Nacional de Empresarios del Taxi importaba de Italia el autogás (GLP) embotellado para su uso en los taxis españoles en los años 60. A partir de 1973 los taxistas contaban con un depósito instalado en el automóvil que podían repostar a granel. La incorporación del autogás supuso para los taxistas un ahorro del 40% en carburante, así como beneficios en el mantenimiento del motor por no formarse partículas dañinas. Aquí puedes ver las ventajas del GLP.

En el año 2003 se autorizó la conversión a GLP para todos los automóviles y, desde entonces, las normativas relativas al uso del GLP han sido cambiantes hasta unificarse con las europeas. Desde entonces, el consumo del autogás (GLP) en España está al alza en el sector del transporte de mercancías y personas, tanto por sus indudables beneficios ecológicos como por el ahorro que supone para los usuarios.

A día de hoy, son muchos los fabricantes de automóviles que apuestan por la tecnología GLP en sus vehículos. Para el sector del transporte de mercancías y personas es una oportunidad de adaptación a las nuevas exigencias ambientales. En BeGas hemos desarrollado el primer motor 100% autogás para camiones y autobuses urbanos. Nuestro objetivo es dotar al sector de una solución eficaz y sostenible aprovechando todas las ventajas que nos ofrece este combustible alternativo.